A la mañana siguiente Lord Jouster les hace entrega de la prometida recompensa de 300 leones de oro y a continuación los acompaña al pueblo para que conozcan al Alto Consejero Haresk, el cual quiere conocer a los héroes que han descubierto el complot para hacerse con el poder en el Valle de la Bruma. Una vez que se encuentran con el este les da las gracias por la hazaña que han realizado y los cita de nuevo en su casa al atardecer ya que se va a realizar una ceremonia de agradecimiento en el que el pueblo entero de Riba de Ashaba les hará un homenaje. Así que el grupo se dedica a pasear por la pequeña población, la cual está mucho más animada que en los días anteriores, aprovechando para aprovisionarse para el camino de regreso al Valle de la Sombra. Talkur y Grendel se dedican a comprar cerveza de muy buena calidad en una cervecería llamada Buenas Tinas de Arlho, mientras Frida y Dardo entran en el Emporio Ferretero de Haresk para comprar espadas, puntas de flecha y otros objetos, encontrando alguna ganga de muy buena calidad. Finalmente se vuelven a juntar y tras comer en el Ciervo Blanco donde Jofijo, el dueño de la posada, les agradece de nuevo el que le rescataran de las cavernas y les invita a comer sus mejores viandas. Ya por la tarde el grupo se dirige de nuevo a la casa del Alto Consejero y allí rodeados de gente del pueblo se les hace entrega a cada uno de ellos de una medalla que los identifica como Jinetes honoríficos del Valle de la Bruma, y además se les da un cofre que contiene 500 leones de oro y a unos objetos mágicos de gran poder que pertenecen al arsenal privado de los Jinetes del Valle. Después de esto se celebra una gran fiesta en el que se come Jabalí al espeto y se bebe parte de la cerveza comprada por el mago y el halfing, fiesta que continua hasta muy entrada la noche y que acaba en el Velo de Terciopelo, una Taberna del pueblo de gran fama por sus bailarinas y bailarines exóticos.
Ya entrado el día siguiente los héroes deciden emprender el camino de vuelta al Valle de la Sombra a lomos de unos caballos y una carreta tirada por bueyes para aquellos que no saben cabalgar. Durante el primer día de trayecto no sucede nada raro, pero a la mañana siguiente escuchar gritos de socorro procedentes de detrás de un montículo y al ir a ver quien grita ven a un grupo de hienas y de gnolls atacando dos carromatos de unos zíngaros, y rápidamente se abalanzan contra ellos cogiéndolos por sorpresa y acabando rápidamente con el peligro que suponían para los indefensos gitanos.
a ver que nos cuentan los cíngaros despues de matar a los gnolls...
ResponderEliminarUn saludo.