sábado, 10 de marzo de 2012

Star Wars: La caída de Gamorr.

Los pjs pertenecen a un grupo de asalto y operaciones encubiertas destacado al mando de un pequeño grupo militar en Gamorr, donde la Federación de Comercio y los Separatistas intentan tomar la capital y de ese modo utilizar a los neutrales (pero belicosos) gamorreanos para su lucha contra los ejércitos clon de la República.

Malos tiempos para los jedis

La tropa, comandada hasta el momento por el maestro Rham Kotha debe seguir adelante en la defensa de las filas republicanas, ya que el maestro es requerido en el templo Jedi de Coruscant. Como apoyo, llegan al puesto avanzado la maestra Acbar Ranis y su padawan, Anacletus. En la tropa, el 103 de Corellia, los demás pjs, son enviados a observar unas extrañas ruínas que se encuentran semienterradas en un bosque cercano.

Rham Kotha es conocido por no aceptar clones en sus tropas. Nigel Strofem (en la foto) es un humano bigotudo aunque lleve la armadura típica clon, al igual que todo el 103 de Corellia.



Una vez reunido el grupo, y tras luchar contra un nutrido grupo de Gamorreanos (si, no parecían muy neutrales, la verdad) y droides, que por lo que parece, son acompañados por un extraño hombre de negro que causa una "perturbación en la fuerza".

Al poco rato de haber entrado, y tras enfrentarse con poco éxito a unos droides guardianes que blandían sables de fuerza magnéticos, continúan su viaje explorando lo que queda del templo.
Algunas puertas presentan dificultad para abrirse, incluso para T2-P2, el erredós del grupo, pero poco a poco consiguen llegar incluso a las estancias del sacerdote/dirigente del edificio.
Allí encuentran un sable de luz de excelente factura (y color verde) colocado sobre un portasables en el armario (donde hay varias túnicas oscuras) y las piezas para construir otro sable, excepto la empuñadura. Además, encuentran un libro escrito en la lengua del antiguo pueblo Sith que parece pertenecer a Darth Valarn y del que la maestra Jedi sólo es capaz de traducir unas pocas palabras: "Vida Eterna", "Renacer" y "Pulsar Oscuro". Aparecen tambien en un cajón unas cuantas monedas antiguas de gran valor.

Anacletus...¡que te esgano!
Despues de esto, y tras encontrar dos droides guardianes más en muy mal estado y sin energía en los Habitáculos de los aprendices, entran en una gran sala pentagonal llena de estatuas de antiguos guerreros empuñando diferentes armas y con sus paredes adornadas por guerreros desnudos en posturas de batalla (similares a las de la cerámica griega). Es una antigua arena de entrenamiento Sith, donde muchos aprendices no aptos (y algunos que si que lo eran) perdieron su vida cruelmente, al igual que muchas otras criaturas y esclavos.

 Al salir de aquí, continúan hacia el fondo del Templo, donde, mientras intentan abrir una recia puerta ambos Jedis reciben una comunicación mental que les dice: "Ladrones, asesinos. Mancillais mi casa y matáis a mis sirvientes. He venido a limpiar mi casa. Pronto conoceréis la ira de Valarn". Al mismo tiempo, T2P2 detecta un gran número de seres fuera del templo y se escucha un gran estruendo. La puerta acaba de volar.
Según abren la nueva puerta (la que parece bajar de nivel es imposible, ni con T2), ven que en una extraña sala hay una singular piedra de unos 3 mts de altura, parecida a una piedra de sable de color rojo que flota sobre un pedestal pulsando con energía. Un Droide guardián bastante grande se activa y avisa que está allí para "eliminar amenazas".
El combate es rápido, y aunque el droide está blindado con pantallas de energía es eliminado por los jugadores en 5 asaltos, aunque reciben algo de daño y el joven padawan pifia en uno de sus ataques golpeando la piedra pulsante y haciendo que ésta brille muchísimo e ilumine toda la estancia.
Milton Miles, el Piloto de El Sol de Arkania (el carguero ligero del 103 de Corellia) consigue, con ayuda del droide abrir la puerta lateral y junto con Nigel, el soldado arrojan la bolsa llena de granadas que encontraron en la sala de guardia hacia la piedra y cierran la puerta detrás. Mientras huyen por el pasillo lateral sienten como una gran explosión en cadena parece haber destrozado toda la sala...¿o ha sido la puerta de la sala que ha volado por la llegada de los enemigos?
El droide guardián, cuando era nuevo.

Este nuevo y curvo pasadizo les lleva hasta un hangar donde hay un viejo caza Sith hecho chatarra y una compuerta con un Speeder operativo. Mientras comienzan a ascender para salir por la cúpula superior, varios droides disparan contra el speeder y el extraño hombre de negro tiende su puño hacia Anacletus, y cerrándolo hace que éste esté a punto de morir estrangulado a distancia. Por suerte, salen del lugar sin poco más que un susto y se dirigen hacia su nave (que está allí cerca atracada) y escapan del templo con intención de ir a Coruscant a informar de lo que han visto.
Milton y Nigel, tras fijar las coordenadas para el salto y alegrarse de haber escapado de una muerte casi segura van a avisar a los dos Jedis de que todo va bien pero... para su sorpresa, ambos se encuentran en el suelo en coma, con sus constantes vitales al mínimo y con sus ojos abiertos, como muertos...¿Qué ocurrirá el próximo día? ¿Qué ha tenido la piedra pulsante que ver en esto?¿ Conseguirá la maestra Ranis golpear a alguien algún día con su sable de luz? ¿Aprenderá Anacletus algún poder que no sean "chorradas"? Lo veremos en...LA IRA DE VALARN!!!
Así quedó el mapa al final. Un poco rayado de tanto combate, pero vivo. Ampliar para intentar ver los nombres.