lunes, 6 de febrero de 2017

La busqueda del viejo caballero



Unos días mas tarde y ya recuperados de las heridas sufridas en su anterior aventura los afamados Héroes de Umbral son convocados ante el Baron Sherlane, el cual, tras escuchar con detalle sus peripecias y estremecerse al tener conocimiento de los planes de Bargle el infame, les promete que pondrá en conocimiento del Rey dichas noticias y que dispondrá a sus tropas para que estén alerta ante cualquier actividad sospechosa en la baronía. A continuación tras concederles una cuantiosa recompensa y agraciarles con una deliciosa cena les propondrá una nueva misión en un asunto en principio mas sencillo pero que, les dice, lo tiene bastante preocupado.

El asunto en cuestión es que un famoso pero anciano caballero, Lord Galbraith, se encuentra en la región empeñado dar caza a un ser mitológico que hace siglos se dice que vivía en los alrededores de Umbral, un poderoso hombre bestia con cabeza de toro, el terrible Minotauro. Según el caballero esa bestia aun estaba viva a pesar de los siglos trascurridos, y en cualquier momento podía resurgir y atacar el reino causando múltiples estragos así que su ultima misión antes de retirarse seria acabar con ese peligroso ser. 

Lord Galbraith, anciano pero fachendoso
El Barón ante esto se preocupo bastante, pero no por la posible o no existencia de ese hombre bestia, sino por la seguridad de Lord Galbraith, el cual en su tozudez viaja solo sin escuderos ni séquito por zonas bastantes peligrosas así que la misión de los Héroes seria la siguiente: seguir los pasos del caballero sin que este se diese cuenta de su presencia y en caso de que estuviese en peligro acudir en su ayuda. Y si esto sucediese por supuesto no debían mencionar para nada al Barón Sherlane ya que eso podría afectar la autoestima y el orgullo de anciano caballero.

Encantados ante lo que parecía una fácil misión que el grupo de aventureros recogió sus bártulos y partió por el camino del norte tras la pista del lord, y tras un día de viaje a caballo consiguieron dar con su rastro siguiendo las indicaciones que les dieron en uno de los últimos lugares de descanso que existían antes de adentrase en los profundos bosques casi inexplorados de Karameikos, una posada llamada El hueso de jamón, donde por cierto servían un jamón asado exquisito. Así que tras un breve descanso los héroes siguieron el rastro hasta que tras unas horas observaron en la lejanía como un grupo de cuervos daba vueltas alrededor de un claro del bosque. Temiéndose lo peor se aproximaron al lugar y allí encontraron a un caballo muerto, destripado por algún tipo de arma muy afilada, del que se alimentaban los grandes cuervos. El caballo ya no parecía estar en muy buena forma incluso antes de su muerte pero sus bridas, la silla y las alforjas eran de gran calidad, y debajo del cadáver encontraron una espada partida en dos que por la calidad de su acero y lo trabajado de su empuñadura solo podía pertenecer a un noble. Pero del propietario del caballo no había rastro así que tras recoger todos esos objetos registraron la zona hasta dar con unas huellas de un ser de gran tamaño que arrastraba algo pesado tras el.


Rápidamente y preocupados por la suerte del viejo caballero, y sobre todo por presentarse de tal guisa ante el barón, siguieron el rastro que se adentraba en una zona pantanosa seguidos por los enormes cuervos que habían visto anteriormente, los cuales repentinamente se se abalanzaron contra ellos atacandolos a picotazos, lo cual hizo huir al grupo hasta llegar a una zona de arenas movedizas donde varios miembros del grupo quedaron atrapados y comenzaron a hundirse incapaces de salir de allí. Afortunadamente Nemesio fue capaz de coordinar a todos hasta conseguir sacarlos de allí sin que ninguno pereciera ahogado. Así que tras descansar y esperar a que los malditos pájaros los dejaran en paz volvieron a seguir el rastro a través de la espesura hasta llegar a un lugar sorprendente: una cueva enorme que se adentraba en una de colina y cuya boca era una cabeza de un dragón con las fauces abiertas y unas escaleras que descendían hacia la oscuridad, todo ello tallado en una piedra que, a pesar del tiempo que tenia que haber transcurrido desde su construcción, no presentaba demasiados signos de desgaste.

Confiado en su destreza y sus habilidades el primero en adentrarse en la oscuridad fue el valiente Trifon el cual vio recompensada su osadía con un mordisco del dragón, ya que al pisar una de las baldosas activo una trampa de presión que hizo que las fauces se cerraran sobre el dejándolo al borde de la muerte y con una severa conmoción cerebral que lo dejo bastante alelado. A pesar de ello el resto de el grupo no se amedrento y arrastrando al herido, evitando volver a pisar la baldosa, descendieron a la oscuridad para descubrir que el lugar era un antiguo lugar de adoración de los temibles hombres bestias de la antigüedad, un templo lleno de trampas para acabar con los incautos que pretendieran profanarlo. Como así les había pasado a un grupo de kobolds que se encontraban en el lugar intentan saquear los tesoros y que ha pesar de haber sufrido varias bajas dieron bastante guerra al grupo. Al igual que un terrible y gigantesco gusano carroñero que moraba en las profundidades del templo y que casi devora al pobre Mijahilovich.

Pero poco a poco e intentando prestar mas atención a las trampas y a los misterios que guardaba el templo fueron descendiendo en la oscuridad hasta llegar al lugar donde moraban los restos mortales del bueno de Lord Galbraith, y un poco mas adelante descubrieron al culpable de su violenta muerte. Un hombre bestia con cabeza de toro, el temible Minotauro, y armado con un hacha de dos manos que usaba con terrible destreza, ya que cada uno de sus golpes provocaba una autentica escabechina entre los valientes aventureros. Pero a pesar de las horribles heridas, de los gritos de dolor y de la sensación de desaliento ante el tremendo poder del hombre bestia este finalmente cayo derrotado bajo sus pies. Desgraciadamente pesar de la victoria su corazón no rebosaba alegría si no pesar ya que con su ultimo y vengativo hachazo el enorme bruto había segado la vida del valiente Bogdanovich, cuyo cuerpo  sin vida yacía junto al de su oponente .


Y aquí por ahora termino de narrar las hazañas y aventuras de los afamados Héroes de Umbral, queridos y respetados por todas las gentes de Karameikos, excepto quizás por algunos envidiosos que intentan difamarlos diciendo de ellos que sus prodigiosas gestas no se debían a su afán de gloria y deseo de desfacer entuertos, sino a sus ansias por conseguir oro y enriquecerse saqueando y robando los lugares sagrados de religiones olvidadas. Esperemos que este bardo consiga acallar esos rumores y que en un futuro no muy lejano pueda volver a cantar las aventuras de estos gentiles héroes. 

PD1: En realidad alguno mas de los pjs debería de haber muerto pero como comenta Carlos de la Cruz en una de sus reseñas (aqui) en el ACKS hay una bonitas tablas en las que en vez de matar al personaje se tiran secuelas de haber quedado al borde de la muerte. En el caso de este combate una vez terminado mas que los Heroes de Umbral bien nos podríamos haber llamado los Tullidos de Umbral.

PD2: Si queréis saber mas acerca de este terrorífico templo donde mora el temible Minotauro no dudéis en consultar Halls of The Minotaur, narrado por el gran Harley Stroh, el cual se ha adentrado en ese lugar para poder contarnos todos sus secretos (y ya sin coñas todos los módulos que he podido leer y/o jugar escritos por este hombre me han parecido la caña).

PD3: Y por ultimo si os gustan los retroclones no dudéis en probar el ACKS, creo que puede llegara engancharnos tanto como a nosotros, y si no leer un par de reseñas: Aqui y Aqui