sábado, 6 de noviembre de 2010

La caída de Óstagar

Todo está perdido. Óstagar ha caído.
Entre sus sentenciados muros decídimos hacer lo único que creemos que está a nuestro alcance, buscar a Loras e ir tras la pista del Rey, si está con vida puede ser la última flecha del carcaj para salvar a Ferelden de "La Ruina".
Nada detiene a las mareas de oscuridad que trae la Ruína
Loras despierta de su "aterrizaje forzoso" entre penumbras, apenas se puede mover, tiene magulladuras y cortes por todas partes y entre la consciencia y la inconsciencia parece que alguien le arrastra a través del bosque. Cuando se recupera ve que le ha ayudado Swanna, una exploradora que se encontraba por la zona cuando se vio sorprendida por las hordas de espectros tenebrosos. Loras decide ir hacia el sur, ésa fue la última dirección en la que vio desaparecer al Rey y ambos caminan hasta llegar a un pequeño poblado arrasado donde aun resiste en pie una pequeña atalaya, en la que se refugian para pasar la noche. Acomodado Loras envía a su lechuza a buscar a sus compañeros y guiarlos hasta éste su pequeño refugio nocturno.
Benethor y Rédön-dêl salen por un pasadizo que los deja a unos 2 Km al sur de la fortaleza, a su espalda el fuego toma posesión de Óstagar, sus pasos se dirigen al sur, buscando a Loras y al Rey. No tardan demasiado en avistar a una lechuza que parece querer guiarlos, así que no lo dudan y tras unas horas se reúnen de nuevo con Loras y su nueva acompañante Swanna.
Al amanecer partimos hacia el sur, es la única pista que tenemos, atravesando el frondoso bosque hasta llegar a una pequeña aldea arrasada. Al acercarnos observamos como 5 espectros tenebrosos están intentando acceder a una cabaña de una manera muy poco amigable, son 2 Urlocks y 3 genlocks a los que finiquitamos no en un abrir y cerrar de ojos pero sí rápidamente.
De la cabaña sale un grupo de mujeres que han sobrevivido a las que aconsejamos que no se queden por la zona, con la caída de Óstagar este lugar no es seguro. Les preguntamos por un gran cuervo y nos cuentan que han visto uno ayer volando y que se dirigía a una torre que vemos en la distancia. Nos avisan del peligro del lugar, cuervos y brujas lo habitan.... Muy peligroso.
Las viejas torres guardan muchos secretos
Nos encaminamos hasta allí, muchos ojos de aves negras como la noche nos escrutan, nada bueno se cuece pero el lugar parece abandonado o desierto, o demasiado en calma. Entramos sin resistencia, ni un ruido, nada parece haber en el interior de la torre. Registramos la planta baja donde hay unas cajas pero nada interesante, salvo un pasadizo oculto que decidimos comprobar después de acceder a los pisos superiores.
Ascendemos en sigilo, registramos varias estancias pero nada hasta que en la 2ª planta nos encontramos con varios cadáveres, hombres con plumas negras,... avanzamos y en breve nos encontramos con la causa de la muerte de estos cadáveres, unos engendros de piedra y lava que nos impiden continuar, son dos que reciben lo suyo antes de explotar, después otro,...
Hasta llegar a la azotea, allí nos espera "Papá" engendro con otro de sus hijos; aunque el combate es algo diferente porque un conjuro vuelve a Rédön-dêl en contra de Loras al que apuñala en 2 ocasiones sin causarle la muerte pero sí dejándole bastante maltrecho. Todo acaba bastante rápido a pesar de todo, Benethor y Suanna no dan muchas opciones a los engendros.
En la azotea descubrimos un gran telescopio, al mirar por él contemplamos en lontananza al gran cuervo que se ha llevado al Rey hablando con otros hombres en una lejana aldea y el cadáver del que parece el brujo más poderoso al que le "cogemos prestado" su báculo.
La Torre de los Cuervos Celestiales
Descendemos hasta la planta baja y nos introducimos por el pasadizo que habíamos encontrado, llegamos a una sala con botes y material de "brujos", hasta que aparecemos en lo que parece una cripta, varias tumbas y una gran estatua permanecen allí protegidos del tiempo. Al pie de la estatua se puede leer "A Dur´An Carno, tus fieles..." Benethor retira el yelmo de la cabeza de la estatua, es como mirarse al espejo, abrimos la más antigua de las tumbas, un esqueleto yace allí sujetando una espada, intenta cogerla pero en ese momento el espectro le ataca aunque apenas puede oponer resistencia. Un fantasma se nos aparece después y le agradece que le haya liberado, pero no nos da tiempo a mucho más, la cripta empieza a derrumbarse y salimos de allí por piernas, aunque casi perdemos a Suanna bajo unos escombros.
Hemos sacado un yelmo, una espada, tres cintas (dos de frío y una de calor), un báculo, dos tizas para escribir runas,... Un buen botín. Pero pocas respuestas, Benethor sigue siendo una gran incógnita en estos difíciles tiempos de "Ruina"...

1 comentario:

  1. Esta bien todo lo que hicimos el lunes,pero nada que ver con todo lo que paso el viernes.
    Ya veras cuando lo leas.
    La campaña esta que se sale.

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