jueves, 9 de diciembre de 2010

Muerte al dragón

Sin más dilación salimos por la mañana rumbo a las cuevas donde creemos que podría guarecerse un ser de tales dimensiones (por lo que estimamos de unos 15 metros de longitud). Ninguno de nosotros se ha enfrentado a una criatura de la que solo habíamos escuchado viejas leyendas, deducimos que son extremadamente fuertes, poderosas e inteligentes, quizá demasiado para nuestro grupo pero hemos dado nuestra palabra. El tratado y la salvaguarda del pueblo Avari es lo importante.
Caminamos por entre un bosque nevado hasta la entrada de una gran cueva, Swannac cree que esa podría ser la mejor de la región para albergar la guarida de un dragón. La entrada es muy grande y parece haber sido "limpiada" de obstáculos, nos adentramos y descubrimos que es muy alta y ancha, al fondo hay una pila de huesos de lo que un día fueron cabras y ovejas, no hay lugar donde esconderse. La cueva gira hacia la izquierda, a pocos metros del recodo se encuentra nuestro enemigo, un enorme dragón azul enroscado, y por lo que parece duerme o descansa plácidamente.
Y aquí llega el momento rolero por antonomasia, delante de un ser capaz de destruir ciudades enteras nos ponemos a urdir un plan para abatirlo, que si tirarle la cueva encima, que si prepararle una trampa en el exterior, que si rodearle,... ¿Quién no ha vivido algo parecido?...
Por supuesto, el dragón siente nuestra presencia después de un largo rato de vacilación, y nos recibe con una bocanada de fuego que deja nuestras vidas temblando y en serio peligro, otra como ésa y nos reduciría a cenizas. Respondemos con todo lo que tenemos y nos empleamos a fondo, cuando el combate recupera un artificial equilibrio de fuerzas, nuestro enemigo ruge de rabia y nos pregunta quien osa atacar a un defensor de los pueblos libres frente a La Ruina...
Androfilastor Eritreius MacMahon
Nos damos cuenta que quizá ha habido un gran malentendido, entablamos una tensa conversación donde nos revela que él, Androfilastor Eritreius McMahon ha luchado en tiempos codo con codo con los Guardias Grises. En ese momento nos relajamos, le revelamos que nosotros pertenecemos a ese Cuerpo y que llevamos tiempo luchando contra La Ruina. Hablamos un rato, nos cuenta que él no ha matado a ningún Avari, que incluso se ha fundido con una de ellos (la hermana de Swannac) con la que hablamos también, todo se debe a los sucios ardides de Cara de Cuervo. Nos enteramos también que antiguamente la Guardia Gris luchaba con "poderosos aliados" y que quizá exista todavía algún dragón más dispuesto a luchar por nuestra noble causa. Le pedimos pues que los busque y nos asegura que él aparecerá cuando así lo requiramos.
Descendemos de la montaña en dirección al poblado del Clan Froshold, llevamos con nosotros una escama de nuestro aliado como prueba de que lo hemos encontrado (y dado caza supuestamente). Llegamos avanzada la mañana, nos reciben dos guardias ante los que nos identificamos y pedimos que nos dejen entrar para ver a Cara de Cuervo.
Después de esperar un buen rato, nos recibe desde lo alto de la empalizada


[Continuaré]

1 comentario:

  1. Estaba cagada la lartija esa.jajajaja
    Me jodio no poder jugar el miercoles,pero este viernes no falto.

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